miércoles, 29 de abril de 2009
Letras de las poesías
GENTE
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.
Hamlet Lima Quintana
Destino del canto
Nada resulta superior al destino del canto.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz.
Se alimentan de su propia pasión.
Renacen cada día, para ser.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
El alma de la tierra, como una sombra, sigue a los seres indicados para traducirla en la esperanza, en la pena, en la soledad.
Si tu eres el elegido, si has sentido el reclamo de la tierra, si comprendes su sombra, te espera una tremenda responsabilidad.
Puede perseguirte la adversidad, aquejarte el mal físico, empobrecerte el medio, desconocerte el mundo, pueden burlarse y negarte los otros, pero es inútil, nada apagará la lumbre de tu antorcha, porque no es sólo tuya.
Es de la tierra, que te ha señalado.
Y te ha señalado para tu sacrificio, no para tu vanidad.
La luz que alumbra el corazón del artista es una lámpara milagrosa que el pueblo usa para encontrar la belleza en el camino, la soledad, el miedo, el amor y la muerte.
Si tu no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas, ni sufres, ni gozas con tu pueblo, no alcanzarás a traducirlo nunca.
Escribirás acaso, tu drama de hombre huraño, sólo sin soledad...
Cantarás tu extravío lejos de la grey, pero tu grito será un grito solamente tuyo, que nadie podrá ya entender.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
Y al llegar al final, tendrán su premio, nadie los nombrará, serán lo "anónimo"... pero ninguna tumba guardará su canto...
Don Atahualpa Yupanqui
Bienaventuranzas
Felices los que saben reírse de sí mismos,
porque no terminarán nunca de divertirse.
Felices los que saben distinguir una montaña de una piedra,
porque se evitarán muchos inconvenientes.
Felices los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas,
porque llegarán a ser sabios.
Felices los que saben escuchar y callar,
porque aprenderán cosas nuevas.
Felices los que son lo bastante inteligentes como para no tomarse en serio,
porque serán apreciados por sus vecinos.
Felices los que están atentos a las exigencias de los demás sin sentirse indispensables,
porque serán fuente de alegría.
Felices ustedes cuando sepan mirar seriamente las cosas pequeñas y tranquilamente las cosas importantes,
porque llegarán lejos en la vida.
Felices ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire,
porque vuestro camino estará lleno de sol.
Felices ustedes cuando sepan interpretar con benevolencia las actitudes de los demás,
aún contra las apariencias: serán tomados por ingenuos, pero este es el precio de la caridad.
Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar,
porque evitarán muchas tonterías.
Felices ustedes, sobre todo, cuando sepan reconocer al Señor en todos los que encuentran,
porque habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.
Santo Tomás Moro
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.
Hamlet Lima Quintana
Destino del canto
Nada resulta superior al destino del canto.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz.
Se alimentan de su propia pasión.
Renacen cada día, para ser.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
El alma de la tierra, como una sombra, sigue a los seres indicados para traducirla en la esperanza, en la pena, en la soledad.
Si tu eres el elegido, si has sentido el reclamo de la tierra, si comprendes su sombra, te espera una tremenda responsabilidad.
Puede perseguirte la adversidad, aquejarte el mal físico, empobrecerte el medio, desconocerte el mundo, pueden burlarse y negarte los otros, pero es inútil, nada apagará la lumbre de tu antorcha, porque no es sólo tuya.
Es de la tierra, que te ha señalado.
Y te ha señalado para tu sacrificio, no para tu vanidad.
La luz que alumbra el corazón del artista es una lámpara milagrosa que el pueblo usa para encontrar la belleza en el camino, la soledad, el miedo, el amor y la muerte.
Si tu no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas, ni sufres, ni gozas con tu pueblo, no alcanzarás a traducirlo nunca.
Escribirás acaso, tu drama de hombre huraño, sólo sin soledad...
Cantarás tu extravío lejos de la grey, pero tu grito será un grito solamente tuyo, que nadie podrá ya entender.
Sí, la tierra señala a sus elegidos.
Y al llegar al final, tendrán su premio, nadie los nombrará, serán lo "anónimo"... pero ninguna tumba guardará su canto...
Don Atahualpa Yupanqui
Bienaventuranzas
Felices los que saben reírse de sí mismos,
porque no terminarán nunca de divertirse.
Felices los que saben distinguir una montaña de una piedra,
porque se evitarán muchos inconvenientes.
Felices los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas,
porque llegarán a ser sabios.
Felices los que saben escuchar y callar,
porque aprenderán cosas nuevas.
Felices los que son lo bastante inteligentes como para no tomarse en serio,
porque serán apreciados por sus vecinos.
Felices los que están atentos a las exigencias de los demás sin sentirse indispensables,
porque serán fuente de alegría.
Felices ustedes cuando sepan mirar seriamente las cosas pequeñas y tranquilamente las cosas importantes,
porque llegarán lejos en la vida.
Felices ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire,
porque vuestro camino estará lleno de sol.
Felices ustedes cuando sepan interpretar con benevolencia las actitudes de los demás,
aún contra las apariencias: serán tomados por ingenuos, pero este es el precio de la caridad.
Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar,
porque evitarán muchas tonterías.
Felices ustedes, sobre todo, cuando sepan reconocer al Señor en todos los que encuentran,
porque habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.
Santo Tomás Moro
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